viernes, 7 de marzo de 2014

Aprendí…



Puedo decir que aprendí algunas cosas esta vez,
Aprendí que un corazón puede repararse cuantas veces se rompa,
Siempre y cuando el alfarero sea Dios,

Aprendí a dejar que pasen las cosas,
Aprendí  que no se deja de aprender,
aprendí que esperar es importante,
Pero que disfrutar cada segundo lo es más,

Aprendí a no disfrazar mi emoción por temor a ser herida,
Aprendí que el miedo es una pérdida del enfoque,
Porque el enfoque es el amor
Aprendí que sin querer también se quiere,
y que queriendo la gente pierde,  sólo cuando no se ama

Aprendí, que no he aprendido nada,
Porque las lecciones se repiten una y otra vez, pero en diferentes medidas,
Aprendí que hay que perseguir el sol,
Aunque sea de noche y siempre existan nubes,
Porque al final el siempre brillará sobre la tierra,

Aprendí que las mejores oportunidades, son las que menos piensas,
Aprendí que el camino del encuentro conmigo,
Está lleno  de cruces con gente, que te enseña y que te da
Aunque a veces no quieras recibir, las mejores lecciones de tu vida.

Aprendí que hacer lo suficiente, no es suficiente,
Porque el juego del azar de la vida, puede destruir de un soplón las más grandes seguridades.
Aprendí que nunca puedo quitarme el traje de la  ilusión,
Que lleva la niña dentro de mí,
Pues el día que lo pierda, dejare de ser yo.

Aprendí que aunque las cosas no son como esperas,
Si son como Dios quiere que sean,
Aprendí que  no se puede renunciar a los nobles ideales dentro de ti,
y a las cosas que dan sentido,  aún cuando esto sea infravalorado por los demás.

Aprendí que todo tiene sentido,
Mientras arda en tu corazón la llamarada del  AMOR  que no se apaga…

Me alegra tu bien…


Me alegra que la plegaria que alguna vez hice por ti,
Pudiera escucharse y llegar a su fin,
Me alegro con la quietud que lo hace la brisa que corre,
Al mismo compás que el sol quema sobre la bordeada costa azul,
Del inmenso mar de la vida

Me alegra de que coseches el camino de la esperanza y la ilusión,
Con el nuevo éxito que a tu vida llegó,
Te imagino feliz, ante la cegadora luz del logro alcanzado,
Y celebro tu victoria con sabor a dicha,
Pues el anhelo que materializas,  lo hice mío también

Conspiro con mis pensamientos, a favor de tu bien,
Agradezco inmensamente a Dios,
Pues si en honor a la verdad algo desee,
Era tu felicidad,
Y no puedo ser más que dichosa y feliz,
Si así tú lo estas…
Aunque desde lejos y distante lo contemple