domingo, 27 de enero de 2013

Trascender

Trascender... Que cuando no estes, a todos inunde el aroma de las flores que sembraste cuando les invada tu recuerdo.

Trascender... El resultado que no planeaste cuando amaste, serviste, soñaste, viviste respondiendo fielmente al llamado de tu corazón.

Trascender... Acompañar aun en la ausencia a los amad@s, quedarse aun habiendose ido y completar la obra dentro de su corazón.

Trascender ... poco relacionado con el cumplimiento de expectativas externas y mucho con el dialogo interior producido en nuestras almas.

Trascender... Permitir que el sueño de Dios se haga vida a través de ti... Tejer una vida llena de profundos ideales y hacerlos realizables.

Trascender...  Haber recorrido las sendas de la eternidad en el día a día, construyendo el camino mientras andamos en el.

Homenaje a todos aquellos han emprendido el camino para trascender.

martes, 22 de enero de 2013

SIN GARANTIAS



Dentro de mis reflexiones internas de estos días, ronda por mi cabeza la necesidad de explicar la razón por la cual en la vida nos aferramos continuamente a las cosas que tenemos… aun cuando venimos al mundo sin nada.

Paradójicamente, queremos y necesitamos garantías de nuestro empleo, dinero, salud, casa, relaciones afectivas, entre otros. Esto es explicable, teóricamente bajo el postulado de que la seguridad es una de las necesidades humanas primordiales. No en vano, el autor Abraham Maslow las describe en el segundo nivel, luego de las fisiológicas, en su pirámide de las necesidades humanas.

Andamos detrás de la seguridad, pensando en obtener garantías de que todo estará bien y de que permaneceremos en nuestra zona de confort, olvidando la constante del cambio, que nos arropa y se puede llevar de repente todo lo que construimos. Y por ello, cuando nos pasa algo que esta fuera de nuestra esfera de comprensión, es que empezamos a darnos cuenta que vivimos sin garantía, que no hay mañana ni porvenir seguro, no al menos como lo predicen nuestros esquemas mentales, aun cuando tengamos Fé, de que todo estará bien con nosotros.

Suena triste y desesperanzador no poder contar con un futuro conocido, suena despiadado decirle a alguien que esta completamente ilusionado y feliz que sabemos de hoy pero no sabemos de mañana, aunque aplique muy bien recordarlo, para apaciguar la euforia que embriaga nuestro espíritu con esa seguridad y garantía que pensamos tener. Pareciera más bonito, decir que todo pasará cuando algo duele, pero no cuando algo esta bien, porque en ese instante sonaría como una maldición o como un mal presagio y seria algo completamente de mal gusto para quien lo escuchará.

La realidad es que con altas y bajas, para bien o para mal, no tenemos garantía fuera del hoy,  ahora es el único instante sobre el cual tenemos la facultad de “poseer”  y hacer algunas cosas, en la que muchas veces permitimos que se base nuestro bienestar.

Hace días tuve la oportunidad de ver una película llamada “Lo imposible”, narraba una historia verídica sobre como un maremoto se llevo todo lo que poseía una familia estadounidense que vivía en Taiwan inclusive separándolos unos de otros, se trata de un drama fuerte e impactante, que revela como se lucha por la vida ante los fenómenos y situaciones impredecibles que se presentan. Al verla se desprendieron de mis algunas interrogantes, tales como: ¿y si esta fuera la hora cero, la que llega sin aviso, la tormenta, el fenómeno, que sería lo realmente importante?

El apego esta comúnmente unido a la condición humana, nos aferrarnos a tablas salvadoras que entendemos dan significado a nuestra vida. Es necesario trascender a la seguridad que nos provoca sentirnos amados, sentir que tenemos el control total y que todo marcha perfecto, antes de que de golpe llegue una ola y lo derrumbe todo. 

Entonces, nos encontramos en un gran dilema, ¿y para qué construir si como sea podemos perder nuestros apreciados castillos de arena cuando las olas se acerquen y destruyan su belleza? ¿Para qué hacer planes, proyectos, llenarnos de ilusiones, que de repente puedan acabar y destruirse?

La respuesta a si debemos construir o no, es que sí, que hay que seguir construyendo, hay que seguir planeando pero con base a la satisfacción del día a día, no de lo que se espera, con base a que lo que hacemos es lo mejor que en el HOY es posible, es lo mejor que en el presente me conviene.

He dejado de creer en que hay que sacrificar el presente, para tener un buen futuro, en lo que respecta a mí, esa teoría no funciona, más bien creo que lo que te satisface hacer con amor en el presente, es aquello en que crees, eso que puede llevarte a un futuro anhelado por consecuencia, siempre consciente de las leyes de causas y efecto.

Creeré mejor que aquello que decido hacer hoy esperando algo del mañana no constituirá un sacrificio sino un paso, y que todo paso que me acerca a la meta produce alegría interna, constituye el sueño en si mismo, y el anhelo, tiene sabor a logro y a victoria porque no hay mañana.

Y así, de repente, podre distinguir cuando me aleje mucho de lo que deseo realmente, porque el camino será amargo completamente, y pesarán más los tropiezos que la satisfacción de estar en la ruta correcta.

No hay garantías de que mis deseos se satisfagan, ni de que todo estará como yo quiero, sólo hay garantía de que cuando hacemos con el corazón y en el momento lo que tenemos que hacer, cuando disfrutamos lo que tenemos que disfrutar sin esperar recompensa, la satisfacción no será simplemente el final de la historia, aquello incierto que no sabemos si llegará, sino que también encontraremos felicidad constantemente en la ruta, que un día emprendimos sin garantía.

A veces resultará, a veces no, no es tan fácil desprenderse de la ilusión de garantía que quisiéramos conservar como un tesoro apreciado, para premiar nuestras vicisitudes en este camino, pero será mucho mejor cuanto más consciente seamos de la necesidad de romper el espejismo, soltar nuestras seguridades terrenales y enfocarnos en el presente, ya que como dice una canción, es lo único que tenemos.

Como diría mi dilecto Facundo Cabral: “Vive la vida de instante en instante, porque esa es la vida”.

miércoles, 16 de enero de 2013

SI VENDIERAN TIEMPO

Si vendieran tiempo, colgaría tus manos a las mías para siempre,
No permitiría que te fueras lejos de mí, ni un instante,  
Si vendieran tiempo, pasaría por alto las páginas tristes,
Sería quizás lo que quiero ser, lo que esta adelante,
Lo que siempre soñé.

Si vendieran tiempo borraría los recuerdos de tus besos,
O quizás perpetuaría las caricias de tus manos, no lo sé,
Si vendieran tiempo despidiera de mi vida el vicio de la queja,
Y llenaría los vacios con cuentos e historias de felicidad.

Si vendieran tiempo, dejaría de soñar,
Dejaría quizás de ser yo en este instante, amaría menos o quizás más,
Empezaría de cero o terminaría sin concluir, 
Aquellos procesos aún sin acabar

Si vendieran tiempo, quizás fuera perfecta, más no feliz,
Es probable que el avance veloz no me permitiera detenerme en el camino,
Es seguro que lo mismo no sería,
Más quien dijo que esta mal como esta? 

Si vendieran tiempo, los besos del sol no acariciarían mi rostro,
Detendría quizás el mundo en la eterna primavera,
y me perdería de la alegría de verla regresar tras el invierno,
Si lo vendieran, tal vez no aprendería nada, o quizás
No necesitaría aprender.

Si vendieran tiempo no temería al futuro,
Pero tampoco disfrutaría del presente,
Me quedaría perspicaz a la espera de la posibilidad
De adquirir más en cualquier momento
Sin entender, sin saborear

Si vendieran tiempo, quizás no tuviera manera de comprarlo,
Quizás su valor fuera muy caro,
O se asemejará al precio de mis ilusiones pérdidas,
Que no se han podido recuperar. 

Ayyyy! si vendieran tiempo,
Quizás me saltaría algunos momentos,
Y me quedaría inmersa en otros,
Pero no sería igual, más sería lo mismo
Porque no es un tema de tiempo sino de cómo vivir la vida.

 Y es que más que el tiempo importa lo que se vive, 
Más que lo que se espera importa lo que se tiene,
Y más que lo que se sueña importa lo que se alcanza
Más que tiempo a cualquier precio, se necesita la vida y todo lo que ella trae,  
Para pagar el precio por el tiempo que tenemos.

domingo, 6 de enero de 2013

PROPOSITOS

 
El corazón es un gigante interno que no se resiste a las batallas de la vida, sino que continua luchando siempre y a pesar de todo, para alcanzar la libertad que solo puede conseguir a través del amor y de una vida plena. Muestra de ello, es la perseverancia con que aunque en muchas ocasiones caemos, decidimos romper con la inercia paralizante de la pena, recuperar nuestras fuerzas internas y levantarnos con un nuevo propósito, por lo general diferente y visto desde el punto de vista nuevo que nos hemos forjado.
 
Hoy hago eso, retomo la valentía de hacer cosas que me gustan y que por razones de "tiempo", cual si fuera justificación, no he logrado hacer en este espacio creado para seguir adelante, para inspirar, para soñar, para potencializar vivencias que ocurren y construyen el presente.
 
No es fácil romper la incesante tormenta interna que nos corroe y no dejarse seducir por el pasado que siempre toca la puerta, entre arrepentimientos, culpas, añoranzas y melancolía.
No es fácil tampoco esquivar las olas que nos arrastran a un futuro, entre dudas, miedos, incertidumbres y esperanza. Nada de esto es fácil, porque siempre se está recordando  o esperando algo.
 
Aun así, es buenísimo saber que podemos empezar de nuevo y existen valiosas oportunidades para retomar el presente, con propósitos y metas claras.
 
En tal sentido, se puede considerar que el propósito, es aquello que nos mueve el objetivo o la base del estado que se desea alcanzar cuando te planteas un logro. Es la transformación interna que deseas que  ocurra cuando planeas algo. La meta en cambio, es el logro o lo que se desea obtener, en sí mismo. Ejemplo: Mi meta es graduarme, mi propósito es convertirme en un profesional con conocimientos y experiencias y sentirme realizado mediante el servicio que ofrezco en dicha profesión.
 
De acuerdo a esta manera de visualizar estos aspectos, el propósito, es lo profundo que subyace a la materialización de un deseo o meta, es la manera de plenitud que trasciende lograr el mismo.
 
Iniciar un 2013 con firmes propósitos interiores, será sin duda una experiencia renovadora e interesante que conduzca a mantener la mente fija en el presente, y avanzar, resistiéndose a la tentación de retroceder al pasado para ser guiado desde la melancolía o de adelantarse hacia el futuro en este caminar y ser conducido por el miedo. No se trata de librar una batalla de pensamientos contra todo lo que nos evoque el pasado o el futuro, sino de recibirlos sin combate y dejarlos simplemente ir con el amor y comprensión que nos concede la sabiduría.
 
Con estas líneas empezamos, con pasos agigantados a llenar de semillas para cultivar las flores y frutos de nuestro jardín… En cada temporada se hará necesario un paso diferente, pero por hoy sólo será importante hacer aquello que sea propicio y nada más, pues cada día tendrá su propio afán y su propia bendición.